Técnicos ambientales y geólogos de la empresa Tarba Energía están realizando las primeras investigaciones para conocer el potencial gasístico de los yacimientos denominados “Tesorillo” y “Ruedalabola”, en los términos municipales de Tarifa y Barbate. Para llevar a cabo esta investigación preliminar, los técnicos utilizarán un escaneo de superficie conocido como magnetotelúrico, que permite detectar las acumulaciones de gas en el subsuelo (hasta dos mil metros de profundidad) aportando mayor certidumbre antes de realizar el sondeo exploratorio.
La compañía iniciará el sondeo solo si el resultado de estas investigaciones preliminares es positivo. Además, previamente deberá contar con la declaración de impacto ambiental favorable por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y los informes previos de las autoridades medio ambientales de la Junta de Andalucía, además de los correspondientes permisos de las administraciones locales.
En caso de llevarse a cabo la explotación, Tarba tiene previsto recurrir al método de explotación convencional de gas en areniscas, el mismo que se viene utilizando desde los años sesenta en el Valle de Guadalquivir y otras zonas de España, sin riesgo ninguno para la población ni para la naturaleza. Esto significa que la empresa no recurrirá en ningún caso a la técnica de FRACKING.
El método convencional para la explotación de gas que tiene previsto Tarba está basado en la perforación de un sondeo vertical con sistema rotatorio hidráulico o mecánico, sin proceder a la fracturación de la roca en horizontal, como sí ocurre con el “fracking” que mediante una alta presión hidráulica ejercida por decenas de bombas rompe la roca que no tiene poros naturales, creando así una roca porosa de manera no natural o no convencional.
Tarba Energía apuesta por este método convencional de explotación para el proyecto Tesorillo debido a su inocuidad y claras ventajas ambientales, además de que la naturaleza del subsuelo (zonas de areniscas, de rocas granulares y porosas) permite que el gas fluya sin necesidad de estímulos y debido a su tendencia natural de subir a la superficie.
Es importante saber también que los residuos generados a través de una explotación con método convencional son totalmente reciclables, y el uso del agua es mucho menor que con otras técnicas (por cada sondeo se consume el equivalente al riego de una hectárea de cultivo), y ese agua posteriormente incluso es reciclada.
De llevarse a cabo, la construcción del pozo en Proyecto Tesorillo va a poner en valor la zona y repercutirá favorablemente en la economía de Tarifa, Barbate y alrededores. En concreto se involucrarán empresas de movimiento de tierras, camiones para transportar suministros, canteras para la compra de áridos, posible compra de agua de fincas aledañas, suministros para el personal técnico durante la perforación, alojamiento y servicios de catering, impuestos locales y autonómicos, etc. Se estima un porcentaje de alrededor del 15% de la inversión total.
Además, Tarba Energía apuesta por el talento regional y cuenta con la colaboración de dos empresas andaluzas que se han sumado recientemente al proyecto. En concreto, se trata de una consultora ambiental y otra geofísica, ambas dotadas de personal experimentado en varias disciplinas: economistas, ingenieros, geógrafos, biólogos, ambientólogos, técnicos en sistemas de información geográfica e ingenieros de minas.