En 1984, la cantautora argentina Mercedes Sosa lanzaba su éxito Todo Cambia, compuesta por Julio Numhauser. Una oda a la renovación constante en la vida. Una aceptación, vestida de folclore, del inatajable cambio que experimentamos en diversos aspectos y en distintos momentos. [Cambia lo superficial/Cambia también lo profundo/Cambia el modo de pensar/Cambia todo en este mundo. Cambia el clima con los años/Cambia el pastor su rebaño/Y así como todo cambia/Que yo cambie no es extraño. Cambia, todo cambia/Cambia, todo cambia/Cambia, todo cambia/Cambia, todo cambia…]

Este movimiento consustancial a nuestra existencia atraviesa de esperanza tanto a personas como a proyectos, incluso los más ambiciosos compartidos por distintas naciones. Así, como nos propone la canción, bajo la premisa de la renovación, del constante movimiento y de fluir hacia lo mejor, ha ido configurándose la actual transición ecológica mundial hacia lo verde, lo sostenible, lo respetuoso, en la que Tarba Energía es una convencida más. De ahí los pasos que viene dando como compañía, desde la renovación de su identidad corporativa hasta la apertura a nuevos modelos de su propio negocio.

Un día de comienzos de 2023 surgía la propia transición de la imagen de compañía y de su símbolo. Un proyecto que ya podéis ver reflejado en esta web y una decisión que da cuenta de la evolución que estamos viviendo en el contexto actual. En la nueva imagen de Tarba, como el estribillo de la canción de Mercedes Sosa, todo cambia: la tipografía; los colores; del azul del gas natural en exclusiva, al verde de las renovables (una alusión al paso de los combustibles fósiles a las energías renovables), pasando por una gradación de colores que da también importancia a la hibridación de energías como parte del camino.

Además, el nuevo logotipo de Tarba alude, a través de la suave onda que lo delimita por su parte superior, a ese espíritu de transición tan necesario en tiempos que requieren una notable capacidad de adaptación. La nueva imagen es una representación gráfica de la realidad empresarial en la que Tarba desarrolla una actividad que exige innovación, conocimiento, tecnología, responsabilidad y, sobre todo,  la identificación y el reconocimiento del entorno social y ambiental en el que opera cada día.

¡Os damos la bienvenida al cambio!